Bartomeu Payerás es biólogo por la Universidad de Barcelona, especializado en microbiología. Investigador de los laboratorios farmacéuticos Hubber con bacterias y virus de la viruela.
Si bien, en el artículo redactado emitido ayer viernes se explicaron los estudios de correlación entre las antenas 5g en España e Italia, ahora también, según el doctor Payerás, se involucran otros países.
Bartomeu Payarás ahondó analizando ciudades concretas sobre las que hubiera información de los contagios por barrios o distritos y la volvió a comparar con la cobertura de la red 5G en dichas ciudades.
Las ciudades elegidas fueron: Madrid y Barcelona, en España; N. York, en el extranjero. Los resultados siguieron la misma pauta: Mayor índice en las zonas con cobertura 5G.
El estudio finaliza con un análisis sobre países limítrofes o próximos a EE.UU y China. En ambos casos, los índices de aquéllos son enormemente inferiores a los de éstos, y una circunstancia común vuelve a ser el desarrollo de la tecnología 5G.
Las conclusiones del estudio realizadas por el propio autor podrían resumirse en los puntos siguientes:
1.- La existencia de una clara correlación entre los casos de coronavirus y la ubicación de las antenas 5G.
2.- No establece una causa efecto única entre la existencia del coronavirus y la tecnología 5G.
3.- La necesidad de desactivar esta tecnología durante un tiempo en algunos de los lugares donde haya información hasta la fecha para poder determinar con mayor exactitud el impacto entre tener cobertura 5G o no tenerla
Bertomeu Payarás informa que no le ha sido posible comunicar su estudio a ningún periodista; pide que se divulgue, y manifiesta que, si después de tener conocimiento de él, las autoridades políticas o sanitarias no tomaran ninguna medida podría considerarse negligencia e, incluso, prevaricación.
Por más que nos quiera tranquilizar la autoridad competente, quizá todos, una mayoría o, al menos, muchos, intuimos que hay demasiados interrogantes en torno a este asunto. Preguntas que trascienden a la eficacia de la gestión gubernamental. Las versiones oficiales, ya sean chinas, de cualquier otro país, de círculos academicocientíficos próximos o dependientes del poder, y no hablemos de los medios de comunicación encargados en teoría de transmitir una información veraz, buscan en primer lugar su propia supervivencia, independientemente de los efectos secundarios o colaterales que puedan recaer sobre una comunidad política que, crédula o incrédula, se ve vulnerable y en manos de aquéllos.
Hay demasiados científicos cualificados que cuestionan abiertamente la versión de la zoonosis y otros muchos aspectos relacionados con el relato oficial de esta epidemia. La tecnología 5G podría suponer un nuevo salto cualitativo en las telecomunicaciones con un efecto indeseado en el organismo humano, en concreto, en la fortaleza de su sistema inmunitario.
Nadie dice que no exista un virus, sino que una comunidad debilitada inmunológicamente estará más indefensa ante la aparición de cualquier patógeno. Este podría ser el efecto indeseado de la tecnología 5G.
El estudio de Bertomeu Payarás es sólo indiciario, pero son indicios racionales no ideológicos.
Por eso, me he creído en el deber de atender a su llamado y colaborar en su difusión.
