En estos últimos días, así dio a conocer esta información la OMS respecto a las misas al aire libre y con su respectivo distanciamiento. El análisis de esta medida, fue meditada por el médico argentino Federico Nazar, el cual concluye y sintetiza las medidas en lo siguiente:
1. Ningún decreto prohibió abrir las iglesias, ni adorar al Santísimo desde la calle.
El Papa Francisco pidió abrir las Iglesias: hemos permitido que Jesús quede abandonado y solo en el Sagrario, cuando murió de amor en la Cruz para permitir que le acompañemos.
Jamás hubo razón médica alguna para impedir celebraciones religiosas al aire libre y distanciados.
2. Los decretos de cuarentena de Fernández y de gobernadores no son válidos, ya que no fueron aprobados por el poder legislativo, ¡y lo solicitan los mismos decretos!
3. Tanto Fernández como la mayoría de los gobernadores no son autoridad legítima porque su juramento al asumir fue nulo, ya que pensaban violar la Constitución Nacional (y las respectivas constituciones provinciales), con el ilegal protocolo de abortos. No se les debe obediencia y menos ante decisiones injustas que violan la Constitución, como prohibir celebraciones religiosas.
4. La Constitución defiende la libertad de culto y el derecho humano a profesarlo
5. La Constitución reconoce la autonomía de la Iglesia Católica sobre toda decisión civil, por el artículo 2: El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.
Además está el tratado con la Santa Sede, que es de rango constitucional.
En fin, nos hemos quedado sin Misa pública y sin culto por nuestro pecado de omisión:
– por no rezar más por las autoridades civiles y religiosas
– por no ocuparnos de defender los derechos de la Iglesia
– por no luchar lo suficiente por un país más justo, sin abortos, eutanasia, explotación del pobre, castración/mutilación/hormonización de niños, perversión de los inocentes con la anticientífica “educación sexual integral’, droga libre, trata de niños y mujeres, y demás pecados que claman al Cielo. Hemos votado políticos que los toleran o promueven.
Favor de difundir, en especial a Sacerdotes y Obispos, pidiendola consagración del país a la Sagrada Familia.
