La Casona del Molino es el rincón salteño donde se encuentran los amigos, las guitarras y los bombos para disfrutar de una verdadera peña, expresión de nuestras costumbres y manifestaciones culturales.
La puerta de Luis Burela 1 está cerrada, pero se escucha algo del bullicio interior. Ni bien se abre, el espíritu de la casa envuelve a propios y extraños.
Sin dudas una de las atracciones turísticas mas conocidas mundialmente de Salta es la Casona del Molino. Todos estuvieron allí, sean aristas, músicos y funcionarios, pero desde hace una semana que esta clausurada por la caída de la rama de un añoso árbol, un accidente lamentablemente frecuente cuando hay fuertes tormentas. Su cierre es hecho único, ya que en 18 años de funcionamiento nunca fue clausurada.
Mientras miles de turistas no pueden conocerla, los principales funcionarios municipales, sea por inacción o desconocimiento, no la habilitan, privando al visitante y los locales disfrutar de la peña mas famosa del país, y es que La Casona es más que un emprendimiento gastronómico, es parte fundamental de Salta y su atractivo turístico.
Fue construida a fines del año 1671 por un tal José Antonio Giménez Arias. Por ese entonces, había un almacén de ramos generales, donde funcionaba el molino. Por el año 1762 pasó a ser mercado artesanal, curtiembre y venta de chicha y especies, más conocidas como “chicherías”.