Con críticas al régimen de Nicolás Maduro, pero sin llegar a calificarlo de “dictadura”, como hizo la oposición, el gobierno argentino publicó ayer un duro comunicado en el que califica de “inadmisibles para la convivencia democrática los actos de hostigamiento padecidos por diputados, periodistas y miembros del cuerpo diplomático” en Venezuela.
“El gobierno argentino lamenta profundamente los episodios registrados en el día de la fecha en la República Bolivariana de Venezuela”, dice el comunicado, difundido anoche, en medio de una fuerte condena internacional y de la oposición local a los enfrentamientos ocurridos en el Parlamento de Venezuela que terminaron con una nueva ofensiva chavista sobre el presidente encargado de ese país, Juan Guaidó, que buscaba ratificar su poder al frente de la Asamblea Nacional.
El ministerio que conduce Felipe Solá manifestó ayer que “lo ocurrido resulta un nuevo obstáculo para el pleno funcionamiento del Estado de Derecho”.
El Gobierno instó a “todos los partidos representados a reencauzar el proceso de elección de sus autoridades en el pleno respeto de las reglas constitucionalmente establecidas”.
El escrito fue difundido en medio de la fuerte condena internacional a los hechos ocurridos en Caracas y a la exigencia de la oposición argentina para que el Gobierno se expida.
“Recuperar el diálogo entre las fuerzas políticas de Venezuela en un marco de pleno respeto de las libertades y los mecanismos institucionales es el objetivo al que busca propender el gobierno argentino, para aliviar el padecimiento de millones de venezolanos dentro y fuera del país”, reza el escrito. Y agrega: “El gobierno argentino también hace un llamado a las democracias del mundo a que ayuden a facilitar ese proceso de diálogo para que Venezuela pueda recuperar a la brevedad la normalidad democrática que históricamente ha caracterizado a ese país. El resguardo de la independencia de los poderes y de las inmunidades de los parlamentarios son condiciones indispensables para el normal funcionamiento del sistema democrático”.
El comunicado se difundió alrededor de las 20, mientras crecía la presión de los dirigentes de la oposición para que el Gobierno se pronunciara. La palabra “dictadura” fue un denominador común entre los cuestionamientos.
El Gobierno se expresó así respecto de uno de los frentes abiertos que tiene en la región. Su postura frente a la crisis venezolana es observada por la dirigencia local y la extranjera, que todavía no obtuvieron una respuesta clara sobre cómo será la relación bilateral de un gobierno con un fuerte componente kirchnerista, otrora aliado incondicional del régimen.
Desde el 10 de diciembre, Fernández inició una suavización del vínculo bilateral tenso que mantuvo la Argentina con Caracas durante la gestión anterior. Muestra de ello fue la participación de un importante funcionario del régimen de Maduro en la ceremonia de asunción -que provocó el primer roce diplomático con Estados Unidos- y la condena, ante la ONU, a las sanciones impuestas contra el régimen.
Fuente: La Nación