En el último año los protectores solares aumentaron entre un 70% y un 100% en primeras marcas y un 60% en segundas marcas, informó Claudio Ucchino, director general del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Ciudad de Buenos Aires. El aumento supera al de la inflación estimada anual y ocurre en un contexto en el que, entre este verano y el anterior, el Estado sacó de su programa Precios Cuidados los únicos dos fotoprotectores que formaban parte de esa iniciativa.
Según estima Ucchino, una familia tipo debe gastar entre 2.500 y 3.000 pesos por mes entre protectores solares y repelentes para hacer actividades al aire libre durante el verano.
“Hay que cambiar el enfoque con el que se contempla un protector solar: que deje de ser un producto cosmético y pase a ser un producto sanitario”, dice el diputado nacional Fabio Quetglas (UCR). Es autor de un proyecto de ley que propone la prestación obligatoria por parte de obras sociales, prepagas y el Estado de fotoprotectores de factor 30 o mayor con prescripción médica.

El proyecto se presentó en marzo: ingresó a la Cámara Baja por la comisión de Salud, pero no avanzó de allí ya que, durante la segunda mitad del año y en plena disputa electoral, dicha comisión no se reunió. “Es un proyecto con consenso y tiene estado parlamentario, debería ser ley el año que viene”, dice Quetglas, y suma: “Un estudio científico hecho en Estados Unidos atribuye a la exposición solar casi el 90% de los casos de melanoma, y sostiene que ese tipo de cáncer de piel crece entre 2% y 3% anual”.
“Muchos pacientes piden indicaciones para ir a comprar el protector solar y vuelven al consultorio pidiendo alguna alternativa más económica. Esto se ve especialmente este año”, sostiene la médica Cristina Pascutto, ex titular de la Sociedad Argentina de Dermatología y dermatóloga en el Hospital de Clínicas. Según indica, “el fotoprotector es un elemento imprescindible para la prevención de las quemaduras de sol y del cáncer de piel en el que puede derivar la exposición: hay otras herramientas que deben acompañar esa precaución, como la búsqueda de lugares de sombra, evitar los horarios más peligrosos y usar sombrero; pero el fotoprotector es imprescindible”.
