Los manifestantes prodemocracia volvieron a salir a las calles en Hong Kong, tras un breve periodo de calma en casi seis meses de protestas antigubernamentales. Esta nueva jornada de movilizaciones tiene lugar una semana después de las elecciones locales, en las que el bando prodemocracia obtuvo una aplastante victoria.
La policía autorizó tres concentraciones, a través de una “carta de no objeción”, y pidió a los participantes que fueran pacíficos. Una de las marchas se dirigía hacia el consulado de Estados Unidos, para agradecer el apoyo de Washington a la movilización.
“Me gustaría enviar un mensaje al gobierno: no hemos terminado y esto no está acabado”, aseveró uno de los manifestantes. También dijo esperar que las tres protestas previstas en el día iban a realizarse pacíficamente. “Me preocupa que la opinión pública cambie si continúa la violencia y los enfrentamientos”, afirmó
Por la noche, los manifestantes se congregarán para recordar a Pekín y a las autoridades chinas sus cinco reivindicaciones, entre ellas la instauración de una verdadero sufragio universal y una investigación independiente la violencia policial.
Por la mañana, niños y personas mayores participaron en una manifestación pacífica que tuvo lugar sin incidentes.
El sábado por la noche, en el barrio popular de Mong Kog, manifestantes bloquearon carreteras y la policía usó en tres ocasiones gases lacrimógenos, por primera vez desde los comicios del 24 de noviembre. Desde el inicio de las protestas en junio, fueron lanzadas más de 12.000 granadas lacrimógenas, según la policía.
