Una joven madre con domicilio en Cerrillos fue hallada sin vida pendiendo de una cuerda en una sórdida habitación de un inquilinato, donde pernoctaba desde hacía unos meses.
La joven, identificada como Mirta Elizabeth Castillo de 28 años, era madre de un niño de 8, quien no se encontraba junto a ella en el lugar donde fue encontrada sin vida.
La escena que se describió tras el hallazgo con rasgos de una última o postrer decisión de la joven, es la de un supuesto suicidio.
Sin embargo, la versión de los familiares acerca de cómo se encontró el cuerpo de Mirta Elizabeth hizo girar el centro de atención hacia terceras personas.
En las últimas horas de ayer la fiscalía actuante tras el pormenorizado informe forense ordenó pericias complementarias tendientes a revelar un delito, el mayor de nuestro código penal, ya que trascendió que en los músculos del cuello de la joven se habrían encontrado otras improntas, ajenas al traccionar de la cuerda que supuestamente le produjo la muerte por asfixia.
La escena de esta muerte que vuelve a aventar los fantasmas de los crímenes complejos se focalizó en un inquilinato céntrico de la localidad de Cerrillos donde la hermana de Mirta Elizabeth halló sin vida a ésta en circunstancias que se están investigando y que dejaron signos evidentes de un posible delito.
El lugar está a solo metros de la plaza principal del pueblo del Valle de Lerma, en el pasaje Macaferri.
El informe preliminar de autopsia indica como causa de muerte “asfixia por ahorcadura”.
Aunque anoche una fuente confirmó la falta de certeza en el diagnóstico final por presencia de elementos impropios para la mecánica exhibida en la escena de muerte.