Alertar sobre el “daño irreparable” de otro mandato de Mauricio Macri, no “alardear” sobre un triunfo peronista y enfocar a Alberto Fernández como la figura central del espacio y quien puede, en el futuro, remontar la crisis.
Sostener las diferencias -y críticas- con el último gobierno K y hablar “siempre” con la prensa: hacer lo que no hizo Cristina Kirchner pero, tampoco hacen Mauricio Macri ni María Eugenia Vidal.
En torno a esos ejes -los primeros genéricos; los segundos personalísimos del candidato presidencial- se ordenará la campaña del Frente de Todos en una disputa que juzgan desigual e inevitable.
“Ellos tiene los recursos y tiene los fierros tecnológicos y mediáticos, nosotros tenemos la realidad del país”, explica, con ánimo de redactar un mandamiento, uno de los campañólogos que diseñó la táctica electoral.
El miércoles, en un local de San Telmo, el staff de campaña del Todos reunió casi doscientos candidatos, dirigentes y voceros para “bajar línea” sobre los ítems y el formato de la disputa que se viene. “Será una campaña de ataques”, avisan.
Fernández tendrá, en el esquema, hipercentralidad. Cristina hará campaña, recorrerá el país, pero los gobernadores, intendentes, sindicalistas y dirigentes como Sergio Massa, orbitarán en torno al candidato.
“Alberto va a poner en marcha la economía, defender el trabajo y cuidar el bolsillo de la gente”, es la frase que sintetiza, según el manual del FdT, la impronta que se quiere dar al candidato.

