Mauricio Macri dio a conocer este martes a su compañero de fórmula para las próximas elecciones nacionales: Miguel Ángel Pichetto. De esta manera, Cambiemos busca ampliarse sumando un un candidato a vicepresidente que tiene una larga carrera en el Partido Justicialista. Hasta ayer, Pichetto integraba el espacio de Alternativa Federal, que proponía una “tercera vía” entre Macri y la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, integrado por los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa -quien ahora acordó con el kirchnerismo-. Sin embargo, la oferta del Presidente lo hizo decir “inmediatamente que sí”, según sus palabras al anunciar el acuerdo en conferencia de prensa.
No es la primera vez que Pichetto da un giro político: supo ser fiel al expresidente Carlos Menem, luego apoyó al rival del riojano Carlos Ruckauf y a pesar de ser leal con Eduardo Duhalde y posteriormente Néstor Kirchner durante su mandato, no mantuvo esa línea con Cristina, con quien emprendió un fuerte distanciamiento con el tiempo, que se marcó con la ruptura en el Senado una vez que culminó el gobierno kirchnerista. Ahora, la posición crítica del macrismo no impidió que a sus 68 años aceptara ser el vicepresidente de Mauricio Macri.
Su rol en la política nacional siempre fue en el Congreso y siempre en el Partido Justicialista, donde ocupa un cargo hace 25 años. Desde 1993 hasta 2001 fue diputado nacional y desde 2001 hasta la actualidad se desempeñó como senador. En 1997 fue vicepresidente del bloque del PJ en la Camara de Diputados, donde defendió las reformas del Estado menemista. Es por eso que se ganó el apoyo del entonces jefe de Estado para ser candidato a senador en 2001. Desde el 30 de diciembre de 2002 es el presidente del bloque Justicialista en el Senado, cargo que hoy anunció que dejará por su candidatura.
Antes, había sido legislador provincial por Río Negro, en dos oportunidades: desde el año 1987 hasta el año 1991, y desde 1991 hasta 1993. Había estudiado derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, donde se recibió de abogado a los 26 años en 1976. Justo entonces, cuando comenzó la dictadura, fue cuando el oriundo del partido bonaerense de Banfield decidió irse a Río Negro, en donde se desempeñó en el ámbito jurídico privado hasta el final de la dictadura militar.
Durante el período kirchnerista, Pichetto fue acercándose a la familia presidencial de Santa Cruz, conduciendo la aprobación de muchas leyes en el parlamento. No obstante, no alcanzó para ganarse la confianza de Néstor Kirchner en 2007, cuando Pichetto se postuló a gobernador de Río Negro y perdió precisamente contra el candidato que apoyaba el Presidente, Miguel Sainz. Incluso, tuvo la misma suerte en 2011, cuando fue derrotado por Carlos Soria, por ese entonces titular del PJ rionegrino.
A partir de esa derrota, Pichetto fue tomando distancia con el kirchnerismo hasta que en 2017, con Macri en el poder y en vísperas de nuevas elecciones legislativas, rompió el bloque y armó Argentina Federal con la mayoría de los senadores justicialistas, opositores al kirchnerismo. La única postura a favor que hasta hoy en día manifiesta el senador sobre CFK se trata sobre los fueros. Siempre dijo que no apoyaría un desafuero de la exmandataria y que no está a favor de las prisiones preventivas sin condenas firmes.
Durante los años de gestión macristas, Pichetto mantuvo una postura más “dialoguista” que el kirchnerismo con Cambiemos y sus proyectos en el Congreso. De esta manera, apoyó las iniciativas del pago a los fondos buitre y la reforma previsional, entre otras de las medidas más resistidas por otros sectores de la oposición.
Algunas de sus posturas en el Congreso fueron repudiadas en los últimos años, como en el caso de los inmigrantes: “Funcionamos como ajuste social de Bolivia, es muy interesante, y ajuste delictivo de Perú… ellos resuelven el problema desde el punto de vista de su realidad y mejoran, incluso, el funcionamiento de sus países, y la Argentina incorpora toda esta resaca donde no tenemos control migratorio, donde no hemos tenido… esto es una situación que estamos arrastrando desde la década de los noventa”.
También en 2017, en el marco del debate por la reforma previsional y la opción de ampliar la edad jubilatoria hasta los 70 años, tuvo declaraciones misóginas que luego lo llevaron a decir que fue “un chiste”: “Hay mucha gente que no quiere jubilarse a los 65. Por ahí en la casa está la mujer, es mejor quedarse afuera”.
En 2013, durante el debate en el Senado por la aprobación del Memorándum de Entendimiento Argentina-Irán, Pichetto se refirió de manera despectiva las víctimas del atentado a la AMIA: “El atentado a la AMIA le costó la vida a argentinos de religión judía y a ‘argentinos argentinos’ que estaban en ese lugar”.
Estos comentarios fueron repudiados por la DAIA por considerarlas discriminatorias. El senador se disculpó públicamente mediante un documento enviado al titular de dicho organismo: “Indudablemente cometí un error, en virtud del calor del debate. Es mi deseo pedir disculpas a usted, y por su intermedio a toda la colectividad judía, por esta desafortunada frase”. Este martes, en su anuncio como candidato del macrismo, pidió “jerarquizar las Fuerzas Armadas”, activar la explotación minera y trabajar para quienes “buscan trabajo”.
Fuente: Perfil