El denominado 110 Viviendas fue bautizado barrio Obrero. Raúl Luna es el flamante presidente. Los vecinos no pueden pagar la cuota de $3.500 de las casas.
Un grupo habitacional ubicado en la zona norte de Metán, en el que residen 110 familias humildes, ya tiene nombre. Fue llamado por los vecinos barrio Obrero, y en la misma reunión se eligió a la comisión directiva del centro vecinal. El presidente es Raúl Luna, vicepresidente, José María Peralta, tesorero, Javier Roldán y secretaria, Miriam Valenzuela. El barrio fue entregado en noviembre del año pasado, pero ya hay algunas dificultades en las estructuras y filtraciones, entre otras inquietudes de los residentes, que además dijeron que no pueden afrontar el pago de alrededor de $3.500 mensuales de la cuota de las casas.
Las 110 unidades habitacionales corresponden a un convenio firmado con el Instituto de Vivienda de Trabajadores (IVT) y fueron destinadas a empleados de la construcción (UOCRA), ellos fueron quienes otorgaron un cupo de 50 casas para sortear entre los postulantes del IPV.
“En este caso es el IVT quien cedió al IPV 50 casas que fueron sorteadas entre los postulantes del organismo provincial, dicho sorteo fue público y transmitido en vivo por televisión, se realizó en septiembre. Cinco casas fueron para casos especiales y 45 para demanda libre. Este sorteo tuvo la particularidad de priorizar a familias con discapacitados, quienes tuvieron la oportunidad de participar en ambos cupos”, destacaron desde el Gobierno.
El resto de las casas para completar las 110 forman parte del IVT, quienes tuvieron la responsabilidad de seleccionar a los beneficiarios. Las viviendas cuentan con dos dormitorios, baño, cocina comedor y lavadero externo.
Inconvenientes
“Estamos muy contentos porque pudimos cumplir el sueño de la casa propia. Pero estamos teniendo varios inconvenientes por problemas en las estructuras, porque hay filtraciones, humedad, desniveles en los pisos, los revoques se caen y las cañerías se trancan, entre otros problemas que tienen el 70% de las viviendas”, dijo Luna.
Obreros que viven en ese barrio estuvieron trabajando en la construcción y dijeron que debieron afrontar muchos inconvenientes.
Señalaron que las tuvieron que terminar contrarreloj, con bajo presupuesto y destacaron que ellos siguieron las indicaciones de quien estaba a cargo de la dirección técnica de las tareas. “Los vecinos quieren que les den una solución porque las casas tienen muchas deficiencias y están mal terminadas. Además, muchos no podemos afrontar el pago mensual de $3.500 de las cuotas”, señaló Luna.
En la reunión los vecinos también se quejaron por la falta de iluminación en algunos sectores del barrio, las malezas y alimañas. Otro problema es el mal estado de las calles de ripio y tierra, y la alta velocidad a la que circulan los vehículos por calle Islas Malvinas. También pidieron más control policial, porque los fines de semana se juntan jóvenes a beber cerca de las vías del ferrocarril.
Fuente: El Tribuno Salta
