El juez Pablo Farah, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, condenó a Rodrigo Damián Lavayén, alias “Chori” (24), a la pena de tres años de prisión efectiva por resultar coautor material y penalmente responsable del delito de robo calificado en poblado y en banda.
En el mismo fallo resultaron condenados Ramón Eduardo Gambino (22) y Cristian Rubén Acosta, alias “Yuyo” (28) a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por resultar coautores material y penalmente responsables del delito de robo calificado en poblado y en banda.
El juez hizo lugar a la solicitud del Ministerio Público Fiscal y ordenó la prisión preventiva del condenado Rodrigo Damián Lavayén, disponiendo su inmediata detención y traslado a la Alcaidía General de la Provincia.
Finalmente, se les impusieron a los imputados Ramón Eduardo Gambino y Cristian Rubén Acosta las siguientes reglas de conducta por el término de la condena: fijar domicilio en el ámbito de la jurisdicción del tribunal y someterse al control del Programa de Inserción Social y Supervisión de Presos y Liberados; abstenerse del consumo de sustancias estupefacientes y del abuso de bebidas alcohólicas; prohibición de acercamiento a la víctima y a los lugares que él frecuente en un radio menor de 300 metros; adoptar oficio acorde a sus capacidades. Todo ello con apercibimiento de revocarse el beneficio de ejecución condicional de la condena.
El hecho por el cual fueron condenados los tres imputados ocurrió el 4 de agosto de 2015, alrededor de las 3.20. La denuncia fue presentada por un remisero que en ese momento se encontraba trabajando. El damnificado contó que subieron al remis cuatro sujetos en la esquina de avenida San Martín y La Florida. Le pidieron que los llevara a barrio Santa Rita. Cuando circulaba por Villa Asunción, el denunciante les comunicó a los pasajeros que no ingresaría al barrio que le habían indicado. En ese momento uno de los sujetos lo tomó del cuello, desde atrás, mientras el que viajaba en el asiento del acompañante y los dos restantes intentaban tomar la llave del automóvil para detener la marcha. En medio del forcejeo le extrajeron la billetera donde guardaba la recaudación del día, la documentación del remis y las órdenes de viaje.
