El intendente regional de Antofagasta, señor Arturo Molina Henríquez, ha presidido ayer el acto oficial de inauguración del asfalto del último tramo de la ruta 23-H, que une la ciudad de Calama con el Paso de Sico, en el límite con la Provincia argentina de Salta.
La carretera tiene una longitud total de 312 kilómetros, de los cuales faltaban asfaltar 82. La obra ha costado al gobierno chileno 18 millones de dólares.
En su discurso, el Intendente de Antofagasta ha dicho que “la historia no retrocede y en ella quedará hoy grabado este hito y seguirá avanzando para conseguir el corredor bioceánico y el afianzamiento de la Zicosur”.
Molina Henríquez se refirió también las posibilidades que con la nueva obra se abren no sólo para Chile y Argentina, sino también para Paraguay, Brasil y Uruguay, “ya que será posible potenciar los puertos y el comercio”.
Finalmente, el Intendente expresó su “esperanza de poder inaugurar pronto el pavimento del lado argentino de la ruta nacional 51, desde San Antonio de los Cobres al límite”.
El acto oficial de inauguración se llevó a cabo ayer en el mirador construido en el kilómetro 265 de la 23-CH, frente a la laguna Tuyaíto.
