El gobierno de La Rioja removió ayer a toda la cúpula de la Escuela de Oficiales de la Policía provincial, luego de que doce cadetes de la institución debieran ser hospitalizados al tomar parte de la instrucción física de ingreso en medio de una jornada de altas temperaturas.
La decisión fue resuelta por el gobernador Sergio Casas, tras tomar conocimiento del hecho. Todo ocurrió cuando este lunes un grupo de cadetes se descompensó y presentó graves cuadros de deshidratación, tras haber realizado una intensa jornada de entrenamiento. Un total de doce aspirantes debieron ser trasladados al hospital Enrique Vera Barros de la capital provincial, de los cuales siete fueron internados en “terapia intensiva”.
Según el último parte oficial emitido anoche, el estado de salud de los más graves se encuentra bajo “pronóstico reservado“, mientras que los cinco restantes evolucionan favorablemente. Los cadetes afectados oscilan en una edad de entre 19 y 26 años.
Sergio Casas calificó lo ocurrido como un hecho “grave” y se mostró “preocupado e indignado”, tras reunirse ayer por la tarde con los familiares y entrevistarse con las autoridades del hospital Vera Barros. Acompañado por los ministros de Gobierno, Juan Luna, y de Salud, Judit Díaz Bazán, la vicepresidente primera de la Cámara de Diputados, Adriana Olima, el secretario de Derechos Humanos Délfor Brizuela y otros funcionarios, el mandatario prometió a los allegados de los afectados realizar una “investigación exhaustiva” sobre lo ocurrido y garantizó el apoyo y ayuda necesarias a las familias.
“Hay chicos involucrados, familias. Deseamos de corazón que mejore el estado de salud de los jóvenes”, afirmó Juan Luna luego de informar sobre el cuadro de salud de los aspirantes. “La Escuela va a cambiar porque esto que ha pasado es grave y amerita una revisión profunda. No solo de análisis médicos respecto a la salud de los inscriptos, sino también del entrenamiento físico, protocolo áulico y todas las cuestiones”, prometió.
A su vez, el secretario de Seguridad Luis Angulo indicó que, de acuerdo a los primeros informes, las exigencias físicas a las que fueron sometidos los cadetes son las que “habitualmente se llevan a cabo por medio de los instructores y profesores”. El factor desencadenante de las descompensaciones habría sido un golpe de calor fruto de las altas temperaturas y “una exposición prolongada al sol”. “De todos modos, es un hecho complicado y por ello se determinó que se hará una revisión profunda en lo que hace a la instrucción de los cadetes”, advirtió Angulo.
Roque Garay, el hermano de uno de los afectados, relató a la radio Cadena 3: “Me contó mi prima, que es una de las chicas que estaba con él, que fueron a las 14:30 y los tuvieron una hora parados en el sol. ¡No saben el calor que hizo! Los empezaron a bailar como a las cuatro de la tarde”. Y añadió: “Mi hermano se cayó y se desmayó. Los instructores son unos bestias, unos verdaderos delincuentes. Eso es ilegal“.
La investigación interna estará a cargo del comisario René Maldonado, de la Dirección de Asuntos Internos del Instituto de Seguridad riojano. La pesquisa se encargará de determinar y precisar las distintas responsabilidades en los hechos.
“Me siento mal, como todos, porque tratamos de formar policías de la mejor manera y desgraciadamente sucede este hecho. Esperemos que los chicos superen este cuadro médico”, dijo Luis Angulo, quien recordó que hubo internados los años anteriores pero por “lesiones debido a la actividad física”.
El jefe de la Policía de La Rioja, Luis Páez, expresó que “se van a rever todos los protocolos que tenemos dentro del Instituto, tanto en lo físico como en lo intelectual, como así también la parte médica”. “Lamentablemente nuestra ciudad es muy calurosa y quizás negligentemente no hemos tenido en cuenta ese tipo de calor y ahora estamos padeciendo esta situación. Hago un mea culpa de todo esto ya que soy el responsable de la Policía de la provincia”, admitió.