“Lo decía porque lo sabía y confío en la palabra de mi esposo. Muchas mujeres pensamos igual porque sus esposos se lo dijeron. Confiemos en esas palabras. Antes de desembarcar de esa navegación, el comandante y el segundo le dijeron a la tripulación que no comenten que fueron seguidos”, agregó Mereles.

Además, la esposa de Alfaro, que se desempeñaba como ayudante de cocina, comentó otros inconvenientes que vivieron los tripulantes en viajes anteriores como “irse a pique tres horas” y “quedarse sin luz”.