El fallecimiento del pequeño Theo Rodríguez en Córdoba es el último en una trágica serie que comenzó a fines del 2017.
SANTA FE
El 9 de enero en Santa Fe, un nene de dos años murió tras ingerir galletas que contenían veneno para ratas. El cebo había sido armado por su padre para controlar la plaga hogareña.
El hecho ocurrió en la localidad de Alvear, a 18 kilómetros de Rosario. El padre de la víctima confesó su responsabilidad y se puso a disposición de la Justicia.
MAR DEL PLATA
Emma, una niña de tres años que se encontraba en una playa del barrioCamet en Mar del Plata, falleció el lunes 8 de enero luego de que el desprendimiento de un barranco la sepultara por completo.
El desmoronamiento sepultó repentinamente a la niña.
“Me quebré la mano tratando de sacar a mi hija. Sacamos la tierra con las uñas”, declaró Javier Perazzo, padre de la víctima. “El guardavidas estaba a 600 metros, vino corriendo. A los 15 o 20 minutos la encontraron. Ya no tenía muchos signos”.
Luego del rescate, Emma fue trasladada al Hospital Materno Infantil donde falleció a pesar de las continuas tareas de reanimación. “Estoy tratando de que no quede en una noticia de verano. No estoy pidiendo que echen a nadie, con que haya un cartel de advertencia me doy por satisfecho”, señaló su papá.
PUNTA DEL ESTE
El 3 de enero, un niño argentino de tres años murió al caer desde una ventana ubicada a más de ocho metros de altura, en un edificio del balneario uruguayo de La Barra, cercano a Punta del Este.
Al parecer, el chico trepó a una cama, se acercó a la abertura y cayó para impactar contra el estacionamiento del edificio. Llevado de urgencia al sanatorio Cantegril, no hubo chances de salvarlo. La víctima y su familia habían venido de vacaciones desde Ramos Mejía junto a una abuela y algunos amigos.
PILAR
Los últimos días del 2017 vinieron con una tristísima noticia para los vecinos del country de la Sociedad Hebraica Argentina, en Pilar. Allí, Federico, de un año y 9 meses, fue atropellado por una camioneta conducida por un vecino y murió.
El country de Hebraica, escenario de la tragedia.
Federico había quedado fuera de la vista de sus padres mientras jugaba en el parque de su casa. En ese marco, bajó de la vereda y fue atropellado por una Dodge Journey 4X4.
El chico fue trasladado de urgencia al Hospital Austral donde falleció luego de unas horas. El conductor de la camioneta, Germán Goldstein, quedó imputado por “homicidio culposo”.
DOS DESGRACIAS CON SUERTE
Mientras tanto, otros dos niños fueron también víctimas de accidentes que -afortunadamente- no fueron fatales. El 8 de enero, un nene de 5 años que conducía un cuatriciclo embistió una camioneta en la ciudad balnearia de Nueva Atlantis, en el Partido de la Costa, y sufrió una fractura de fémur.
Dos días después, en San Clemente del Tuyú, Tomás, de 10 años, recibió un golpe en la cabeza con el parante de una carpa de playa luego de que ésta se derrumbara a causa del fuerte viento. Sufrió dos fracturas de cráneo, pero fue dado de alta poco después de recibir atención médica.